Many blessings of peace and joy on this 5th Sunday in Easter. In these last days of April we begin to look forward to First Holy Communion of our young parishioners as well as celebrate the blessings of the newly confirmed in our parish. And lest we forget, those neophytes walking with our Lord Jesus and challenging us to walk with them in faith, hope and love. Alleluia.
We have been sharing the good news that Christopher West is coming to our Diocese to talk about “Theology of the Body” at St. Leo the Great Parish in a presentation called “Made for More.”
We may ask: what is a theology of the body? Pope St. John Paul II gave a series of talks during his pontificate which popularly became known as the theology of the body. It is seen as a scriptural reflection on the human experience hand how our desire for union, as man and woman, informs our experience of God and our interactions in the world. Christopher West, in his many books, is known as one of the foremost speakers in presenting this expression of our faith. Tickets are still available for this Tuesday and I would invite you to take time, especially those families with young adults or teens to attend this night of blessing. I hope to see you there.
The next few weeks we will return to our “three minute” talks about the Pastoral Plan of the Diocese of San Jose. As we move forward in implanting the plan, it is important for us to take time in prayer about the future and spiritual renewal of our Diocese and the Catholic Church. This is done with faith in God’s call for us to serve one another and share our gifts of time, talent and treasure in the hope of the kingdom.
Today’s Gospel reminds us very clearly; the call to discipleship is the call to be united with Jesus and his Church. It is important in our prayer life: we become what we pray. It is important in our missionary life: we are what we pray. It is the call to be united with Jesus but also the fruit we produce comes from living our discipleship. This is are call to invite others to share in our faith and hope in Jesus Christ. Or…invite someone to come to Mass with you next week.
God bless,
Fr. Mark
¡Muchas bendiciones de paz y alegría en este V domingo de Pascua! En estos últimos días de abril empezamos a esperar con ansias la Primera Comunión de nuestros jóvenes feligreses, así como también a celebrar las bendiciones de los recién confirmados en nuestra parroquia. Y no olvidamos a esos neófitos que caminan con nuestro Señor Jesús y nos retan a caminar con ellos en la fe, esperanza y amor. Aleluya.
Hemos estado compartiendo la buena noticia de que Christopher West vendrá a nuestra Diócesis para hablar sobre la “Teología del Cuerpo” en la Parroquia St. Leo the Great en una presentación llamada “Hecho para más”.
Podemos preguntarnos: ¿qué es una teología del cuerpo? El Papa San Juan Pablo II dio una serie de charlas durante su pontificado que popularmente se conoció como la teología del cuerpo. Se ve como una reflexión bíblica sobre la experiencia humana y cómo nuestro deseo de unión, como hombre y mujer, conforma nuestra experiencia de Dios y nuestras interacciones en el mundo. Christopher West, en sus numerosos libros, es conocido como uno de los oradores más destacados en la presentación de esta expresión de nuestra fe. Los boletos todavía están disponibles para este martes y los invito a que se tomen el tiempo, especialmente a aquellas familias con adultos jóvenes o adolescentes, para asistir a esta noche de bendición. ¡Espero verlos allí!
Las próximas semanas volveremos a nuestras charlas de “tres minutos” sobre el Plan Pastoral de la Diócesis de San José. A medida que avanzamos en la implementación del plan, es importante que nos tomemos un tiempo para orar por el futuro y la renovación espiritual de nuestra Diócesis y la Iglesia Católica. Esto se hace con fe en el llamado de Dios para que nos sirvamos unos a otros y compartamos nuestros dones de tiempo, talento y tesoro con la esperanza del reino.
El Evangelio de hoy nos lo recuerda muy claramente; el llamado al discipulado es el llamado a estar unidos con Jesús y su Iglesia. Es importante en nuestra vida de oración: nos convertimos en lo que oramos. Es importante en nuestra vida misionera: ¡somos lo que oramos! Es el llamado a estar unidos a Jesús, pero también el fruto que producimos proviene de vivir nuestro discipulado. Este es un llamado a invitar a otros a compartir nuestra fe y esperanza en Jesucristo. O si prefieres invita a alguien a venir a misa contigo la próxima semana.
¡Dios los bendiga!
Padre Mark