“For the sake of His sorrowful passion; have mercy on us and on the whole world.”
Happy and holy Divine Mercy Sunday! The prayers of the Divine Mercy Chaplet are powerful and healing words that have touched millions both within our faith as Catholics and also to many others throughout the world.
On April 30 2000, Pope John Paul II designated the Second Sunday of Easter as Divine Mercy Sunday as he canonized St. Faustina Kowalska. The Chaplet given to us by Jesus through St. Faustina continues to be a powerful and joyful celebration and remembrance of the great and loving mercy God extends to us sinners in each and every moment of our lives.
Mercy is an important and life giving part of our faith journey. There are pamphlets in the back of the church for the Divine Mercy. I would invite you to take one home with you. There are also many apps on your phones or other devices that are available to help us pray and learn this prayer Jesus gave to his Church.
To lead through the mysteries. Our newly intimated Catholics, both here at St. Lawrence the Martyr and throughout the world are now entering into a time of mystagogy…being lead through the mysteries of our faith. We are reminded that the word mystery in the Church does not mean a puzzle to be solved by a famous detective, rather it is the growing in understand of the Paschal sacrifice of our Lord Jesus Christ. It is the mystery of a “who” rather than the what of the world. It is an important time where we are invited to double down in sharing our faith with the newly baptized by sharing our stories and witnessing to our fidelity by our relationship with Jesus Christ.
This is one of the reasons the Church often invites us, who have been Catholics all our lives, to participate in the mystagogy of being lead through God’s blessings and graces surrounding us. The renewal of our hearts in being lead through the mysteries is the great Lenten journey we have just completed and now we take the road of Jesus in walking with him and seeking a deeper relationship with God. To often we find ourselves just going through the motions, today in Eucharist we once more step into the deep and seek to follow our Lord Jesus.
God bless,
Fr. Mark
“Por su dolorosa pasión; ten piedad de nosotros y del mundo entero”.
¡Feliz y santo Domingo de la Divina Misericordia! Las oraciones de la Coronilla de la Divina Misericordia son palabras poderosas y curativas que han tocado a millones tanto dentro de nuestra fe como católicos como a muchos otros en todo el mundo.
El 30 de abril de 2000, el Papa Juan Pablo II designó el Segundo Domingo de Pascua como Domingo de la Divina Misericordia al canonizar a Santa Faustina Kowalska. La Coronilla que Jesús nos dio a través de Santa Faustina continúa siendo una celebración y un recuerdo poderoso y alegre de la gran y amorosa misericordia que Dios extiende hacia nosotros los pecadores, en todos y cada uno de los momentos de nuestras vidas.
La misericordia es una parte importante y vivificante de nuestro camino de fe. Hay panfletos en la parte trasera de la iglesia sobre la Divina Misericordia. Te invito a que te lleves uno a casa. También hay muchas aplicaciones en sus teléfonos u otros dispositivos que están disponibles para ayudarnos a orar y aprender esta oración que Jesús le dio a su Iglesia.
Para guiarnos a través de los misterios. Nuestros nuevos y tímidos católicos tanto de aquí de San Lorenzo Mártir como de todo el mundo, están entrando ahora en un tiempo de mistagógica... (proceso catequético despues del bautismo que ayuda a los nuevos conversos entender los sacramentos) siendo guiados a través de los misterios de nuestra fe. Se nos recuerda que la palabra misterio en la Iglesia no significa un enigma que deba resolver un detective famoso, sino que es una comprensión cada vez mayor del sacrificio pascual de nuestro Señor Jesucristo. Es el misterio de un “quién” más que del qué del mundo. Es un momento importante en el que se nos invita a redoblar el esfuerzo de compartir nuestra fe con los recién bautizados, compartiendo nuestras historias y dando testimonio de nuestra fidelidad mediante nuestra relación con Jesucristo.
Esta es una de las razones por las que la Iglesia a menudo nos invita a nosotros, que hemos sido católicos toda nuestra vida, a participar en la mistagogia de ser guiados por las bendiciones y gracias de Dios que nos rodean. La renovación de nuestros corazones al ser guiados a través de los misterios es el gran viaje de Cuaresma que acabamos de completar y ahora tomamos el camino de Jesús al caminar con él y buscar una relación más profunda con Dios. Con mucha frecuencia nos encontramos simplemente siguiendo los movimientos, hoy en la Eucaristía una vez más nos adentramos en lo profundo y buscamos seguir a nuestro Señor Jesús.
¡Dios los bendiga!
Padre Mark